Antes de comprar una casa, vamos al banco a pedir información sobre la hipoteca, intereses, años… De esa manera, calculamos cuánto vamos a pagar cada mes, si podemos pagarla con los sueldos que tenemos, si podremos ahorrar, los niños, las vacaciones… Pero… ¿Alguien nos habla de la hipoteca energética? ¿Tenemos en cuenta ese gasto?
La hipoteca energética de una vivienda es el consumo en energía necesario para conseguir un confort en su interior tanto en verano como en invierno. Este gasto, puede desajustar la economía familiar sin darnos cuenta, y, al contrario de la hipoteca bancaria, la energética cada año aumenta. Y la única solución posible para ahorrar en energía es no necesitar usarla.
Aunque parezca una quimera, es posible vivir en una casa que no demande prácticamente energía y son las casas de consumo casi nulo (nZEB en la Unión Europea). Este es el tipo de viviendas que vende LGU PROMOCIONES SOSTENIBLES. Desde el primer mes, pagarás menos y vivirás mejor.